Las versiones de ti que aún no te has permitido ser
¿Alguna vez has sentido que dentro de ti hay partes que aún no han tenido espacio para salir?
No hablamos solo de talentos ocultos o sueños postergados, sino de formas de estar en el mundo que intuyes como tuyas, pero que han quedado relegadas por miedo, costumbre o expectativa. Esta reflexión es una invitación a mirar hacia dentro con otros ojos: con más curiosidad que juicio, con más apertura que exigencia.
No somos una sola
A menudo nos contamos a nosotras mismas una historia cerrada sobre quiénes somos: "yo soy muy sensible", "yo no soy buena con los límites", "yo siempre me adapto", "yo no soy creativa". Y sin darnos cuenta, esas frases se convierten en identidades fijas. Pero la realidad psicológica es otra: somos seres múltiples, cambiantes, llenas de matices y no estamos hechas para ser una sola cosa.
Dentro de cada mujer (y de cada persona) conviven muchas voces: la que sueña y la que se protege, la que cuida y la que pone límites, la que duda y la que se lanza. Algunas de esas partes han sido bienvenidas y aplaudidas, otras, sin embargo, han sido silenciadas por no encajar con lo que se esperaba de nosotras. Y otras simplemente han estado esperando que las miremos con un poco más de compasión.
Negarnos a esas otras versiones de nosotras mismas tiene un precio: una sensación de insatisfacción difusa, una tristeza sin nombre, una incomodidad que no se cura con nada externo. A veces no estamos tristes porque algo falte fuera, sino porque nos faltamos a nosotras mismas dentro.
El espejo simbólico: figuras que despiertan partes dormidas
A veces conectamos intensamente con ciertos personajes de ficción, canciones o incluso imágenes y no es casualidad. Nuestro mundo interno se proyecta simbólicamente y todo lo que nos emociona tiene algo que contarnos sobre nosotras mismas. Esos personajes que nos conmueven o inspiran, son pistas.
Por eso hay quienes se ven reflejadas en figuras como Mulan o Rapunzel, en canciones que hablan de libertad, en mujeres que encarnan fuerza, dulzura, rebeldía o intuición. A menudo, lo que admiramos fuera es una forma de reconocer lo que ya vive en nosotras. Y lo que nos duele también.
Utilizar el símbolo como espejo no es escapismo, es una forma profunda de autoconocimiento. Los mitos, las historias y los arquetipos han sido desde siempre herramientas para explorar la psique humana. Hoy, los medios actuales nos siguen ofreciendo esas claves, si sabemos mirar con atención.
¿Qué parte de ti pide paso hoy?
Hacerte esta pregunta no implica cambiar de personalidad ni volverte alguien que no eres, al contrario, se trata de integrar, de dar espacio a lo que ya vive en ti y merece manifestarse. Cada versión de ti misma que te has negado tiene una sabiduría particular que puede ayudarte a vivir de forma más plena y coherente.
Tal vez estás en un momento de tu vida donde necesitas activar a tu parte más protectora o quizás esa energía creativa que siempre dejaste "para después" ahora está golpeando la puerta con fuerza. Puede que te descubras más fuerte de lo que pensabas, o más sensible de lo que te permitías ser.
Estas transformaciones no siempre son espectaculares ni visibles desde fuera. A veces suceden en la intimidad del pensamiento, en una conversación contigo misma, en el instante en que decides dejar de ocultar una parte de ti que llevaba tiempo pidiendo espacio. Permitir esa expresión no es egoísmo, es salud psíquica.
Recuperarte de ti misma
Vivimos tiempos que exigen versiones claras, etiquetas rápidas, definiciones fijas... pero nuestra identidad no es una casilla a rellenar, sino un proceso en movimiento. Recuperarte de ti misma no es borrar lo que has sido, sino abrazarlo con la suficiente flexibilidad como para permitirte evolucionar.
A veces, recuperar una versión tuya del pasado es necesario y, otras veces, lo que toca es permitir una que aún no ha nacido del todo. Ambas direcciones son válidas si nacen desde la autenticidad y no desde la exigencia o la comparación.
El trabajo interior, aunque muchas veces silencioso, tiene un eco inmenso, porque cada paso hacia dentro tiene el potencial de transformar también nuestras relaciones, nuestra forma de vincularnos, de poner límites... de elegir. Y, sobre todo, de habitarnos con más paz.
Elegirte también es reconocerte
El desarrollo personal no es un camino lineal, no se trata de convertirte en una versión "mejorada" de ti misma, sino en una versión más consciente. Y para eso, hay que mirar hacia dentro con sinceridad, pero también con ternura, no desde la crítica constante, sino desde el permiso amoroso.
Quizás hoy es el momento de darle voz a esa parte tuya que siempre ha esperado permiso... la que quiere crear, decir que no, enamorarse sin miedo, proteger su energía, cambiar de dirección o simplemente atreverse a ser distinta.
Quizás no necesites reinventarte, sino recordarte.
Porque elegirte también es reconocerte.
Y reconocer lo que eres (lo que siempre has sido, incluso cuando no te lo permitiste) es el acto más profundo de amor propio que puedes hacer. Un acto silencioso, pero transformador. Uno que no busca validación externa, sino coherencia interna.
Y en ese gesto cotidiano de darte espacio… empieza el verdadero cambio.
Desde un enfoque psicológico integrador, humano y personalizado, puedo ayudarte a reconectar con las partes de ti que necesitan ser escuchadas, validadas y expresadas.
🌿 Puedes reservar tu cita a través del enlace en mi perfil o escribirme directamente para más información. Estoy aquí para caminar contigo, con respeto y sin juicios.
No tienes por qué hacerlo sola.
Comentarios
Publicar un comentario